Los Tambores de San Joaquin




Es desde el año 1920 cuando se inicia una de las tradiciones más significativas realizadas por Asunción Beltrán: Los Pastores de San Joaquín. Se trata de una danza tradicional con orígenes en Aguas Calientes en la cercana localidad de Mariara, desarrollado en San Joaquín por vez primera el día 24 de Diciembre de 1920, y actualmente fecha establecida anualmente para conmemorar la Navidad del Señor. La festividad consta de un conjunto de 20 pastores y 20 pastorcillas, también un cachero que se encarga de la parranda que alegra a la multitud al transitar los alrededores del pueblo hasta finalmente llegar a la iglesia donde realizan cantos y bailes hasta culminar la misa de gallo. Esta particular tradición se basa en la religión católica, bajo el mandato de San Francisco de Asís, la cual se difunde en esta pintoresca localidad por el maestro Chon, quien llevó a cabo esta representación por vez primera el 24 de Diciembre de 1920.    

La danza de los pastores consta del baile que se desarrolla en homenaje al Niño Dios, un tiempo antes de su llegada al mundo o nacimiento; posteriormente los pastores recorren el pueblo de San Joaquín con el recién nacido y es costumbre realizar una parada en cada uno de los pesebres para ofrecer honores a Jesús.   

Este baile oculta peticiones y promesas de los devotos, que con mucha alegría, fe y admiración cantan y realizan las nueve figuras tradicionales de la danza mientras se culmina el festejo. Se incorporan elementos como la cruz donde murió Cristo, el remolino en representación de los movimientos de la madre naturaleza, la S de San Joaquín, el baile de pareja al finalizar y el empalizado. La vestimenta usada por los pastores en muy simple, utilizan una falda y franela unicolor, además de los instrumentos típicos como las maracas o maraquillas; el pastor debe utilizar un sombrero copa larga y multicolor. Para hacer de este baile el más completo, los pastorcillos cuentan con instrumentos musicales como la tambora, el furruco, la guarura, la charrasca y la maraca.